Con la segunda vela queremos recordar y hacer nuestra la llama de la esperanza que los profetas encendieron en el Pueblo Escogido por Dios, anunciando la venida de un Libertador y de un nuevo Guía. El Señor Dios, ve el valle de lágrimas en que viven gran parte de sus hijos; El aviva en Nosotros la luz de la esperanza que los profetas encendieron en el pueblo de Israel, y sabiendo que su hijo es el único que puede traernos la verdadera liberación.
Esta semana perdonaremos toda ofensa y sacaremos de nuestro corazón todo odio y rencor.
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